del
juicio a la sin razón
pues
no entiende el corazón
si
la pasión me devora.
Si
abro mis ojos al viento,
allí
estás como si un velo
tejido
desde mí anhelo
eternizara
el momento
en
que tu sin par belleza
se
instaló con sutileza
y
me robó el sentimiento.
Y
aquí estuvo y aquí está
este
instante de locura,
se
me escapa la cordura
sólo
manda el corazón
en el viento te dibujas
y
a lo lejos se oye un Son .
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