envuelta en besos de chocolate,
mis labios sedientos
buscaban los tuyos,
el regalo del cacao en mi boca
las caricias de aquellos que
indagaban afanosos en los míos,
entregándole el manjar
para hacer volar mis deseos,
desplazar las emociones
a lo más profundo de mi anatomía
y regalarme un festín
donde cada puerta
sólo se abrió
a los besos de chocolate.