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jueves, 26 de junio de 2014

Después de la tormenta

Las sombras de la noche
te trajeron con forma de mujer,
quise beber en cada trozo de piel,
tensar las cuerdas del deseo,
llegar al fondo de tu morfología,
pero asaltaste mis sueños
y quedé desnuda
en medio de la tormenta de caricias,
como pájaro al viento,
hasta que desbloqueaste los cerrojos,
despiadada
sin mordazas
tu boca se apoderó
de la fragua entre mis piernas,
para verter sus emulsiones
en tus labios y hacerme viajar
a la  cima del cielo.