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jueves, 30 de octubre de 2014

Reencarnación



Me voy, como se van las flores
cuando mueren
o como el árbol, aquel que plantamos
hace quinientos años.

Me marcho porque las nubes
ya no me rozan cuando pasan
y el ayer o el mañana
son tiempos difusos,
porque el atardecer se rompió dentro de mí.

Me deshago como una vez
los hielos del planeta
siento que poco a poco
mi mundo se desvanece.

Cuando regrese, sin saber quién fui,
ni dónde se instalaron mis arcángeles
tal vez encuentre la tierra prometida,
para entonces no sé si habrá flores
o si el árbol aquel levantará su copa,
más yo, empezaré a marcharme lentamente,
reiniciando el tiempo.