Te pienso al
amanecer
en el canto
de las aves
y en la
alegría de sus trinos
creo
adivinar tu sonrisa,
tus ojos
despiertan mis ensueños
bajo un
manantial de besos
y mi piel
abre sus puertas
a tus
ambrosías.
Ha sido tu
aroma,
se ha
quedado en mis quimeras nocturnas
para
acercarte al amanecer,
los pájaros
siguen con sus trinos,
mientras,
aguardo la
humedad de tus labios.