y aun
quedarán caminos
para
envolver los pasos del deseo,
puedo vestir
tu cuerpo
de las
palabras que cubren mis sentimientos,
y tus ganas
de lágrimas lloradas en la ausencia
acompañadas
por la fragancia de tu aliento
junto a mi
cuello,
perdurando
en el recuerdo
aun cuando
tus ojos
se han apagado en la distancia.
Puedo
jurarte amor eternamente
porque cada
trozo de mi piel
es un pasaje
a tu sexo desbordado
sobre el
fuego de mi impudicia,
cuando tus
labios beben de mi fuente
y mis ojos
concupiscentes
no se
apartan de tu imagen.
Puedo reír
la frescura de tu tez
a la luz
tenue de las velas
que
acompañan nuestras noches de amor,
mas sería
imposible cantar su inmensidad
porque casi
no cabe en el océano de la vida
y al
alcanzar el firmamento
mis versos
partirán buscando una galaxia
donde seguir
loando su devoción
por tus
encantos.