tus labios me hicieron
recordar otros sentidos
otras caricias,
se posaron aquí y allá
sobre mis senos,
sobre mí espalada,
en cada rincón donde sabían
les esperaba el deseo
y te busqué sin límites
tu boca, tu cuerpo
y seguimos viajando hasta llegar
al cáliz
al mío, al tuyo
hasta dejarnos atrapar en la fiesta
donde sólo encontramos
champagne para dos.