Estabas a mi lado,
con tus besos desbordabas
mis ríos de pasión,
con tus manos despertabas
la fiereza de mi amor,
tus senos con su roce
provocaban a mis caderas
trastocando mis sentidos.
¡De pronto!
no existías,
el sueño
dio paso al fuego en mi piel,
poco a poco
mis manos quisieron
recordar el roce de las tuyas
te soñaba despierta
y sin control
hice brotar
mí lluvia de amanecer
pronunciando tú nombre.