Buscar este blog

miércoles, 2 de julio de 2014

Diálogo para amar

Una vez más el diálogo
mudo, silencioso,
 bocas que juntas
dejan a la dueña de su palabras
sentarse en cada poro apetitoso,
ávida de emociones,
hasta  la desmesura,
hasta el círculo rojo de lascivia,
en cada rincón obsceno
de nuestros cuerpos
y volver sobre sus pasos
ambiciosos, resueltos
y caer de nuevo 
nando los labios de palabras
esta vez, dichas con saña,
enfurecidas por el placer,
agolpadas en un intercambio
quejumbroso con final feliz.