No temas, no te ates a la nada
para nunca llegar a los totales,
juguemos
a que en una tarde luminosa
encuentras la noche de mi alcoba,
y te adentras en las luces
que danzan sobre las paredes
dibujando tus formas.
Juguemos a que te beso
mientras tiro de tus cabellos,
a que en un momento
desaparece la luz de tus ojos,
a que te tumbo sobre el lecho
y sientes como lleno mis labios de ti,
a que te dejo quieta
hasta que miles de insectos
caminan por tus senos
tacto suave de patitas que poco a
poco
pisan con fuerza y recorren cada oquedad,
duele
pero es sólo un instante,
viajan de punta a punta
y humedeces, gimiendo,
poniendo el desorden en las sabanas
el mismo desorden que provocas en mi sexo.
No, no temas,
así llegarás a los totales
y sabrás como termina el juego.