Cada noche el calor de mis besos
hace arder tu piel en cada trozo,
la mía se recrea en el retozo
de caricias colmadas con excesos.
Mas tarde mis besos se reparten
del centro del deseo a tu cintura
para que en esta,
mi voraz locura
mis más bajas pasiones se desaten.
Y despierten las tuyas a la fiesta
invadiendo mis húmedos rincones
haciendo tuyo el campo en la reyerta,
más tarde triunfante de la nada
quedo envuelta en el mar de sensaciones
de una nueva batalla imaginada.