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jueves, 31 de julio de 2014

Tú, el clavo y la canela



Sé que no hueles a clavo
y tampoco eres Gabriela,
más cuando te veo desnuda
hay en tu piel el color
tentador de la canela,
ese que invita a mis labios
a beberte toda entera,
el que hace arder mis sentidos
el que la razón me altera.
Es tú color, es tu aroma
que no es a clavo, lo sé,
que tampoco eres Gabriela
mas se adhiere a mis entrañas
cual frondosa enredadera
y es a ti a quien siempre veo
en el aire y en las nubes,
en la luz de la mañana,
en el ruido, en el silencio,
eres como una montaña
de deseos y pensamientos,
ya lo sé, no eres Gabriela
mas como a ella te veo.
Eres única mujer,
única en el sentimiento
en tus besos y palabras,
en la expresión de tu cuerpo,
naciste para ser musa,
en las ideas, en el sexo,
para despertar pasiones
que se las quede el recuerdo
entre páginas de un libro
o en estos sencillos versos.

miércoles, 30 de julio de 2014

Esculpiendo la vida



Parece que no, pero aún podemos
yo, beber de la copa que contiene tu dulzura
la que he creído siempre destinada a mi
al recorrer tu cuerpo con mis manos
y encontrar a cada paso montículos de placer
como si realmente amor fueras de arcilla,
haciéndome sentir cual alfarero,
tus caderas, tus senos, tu cintura
que hoy vacían con su ausencia
las cavernas de mi alma,
las depresiones de una tierra sedienta
que una y mil veces has saciado
para hacerte sentir su complemento
para hacerme sentir tu complemento,
para hacernos arcilla en horno de alfarero.


martes, 29 de julio de 2014

Entrega



Me gusta tu entrega,
la forma en que te das sin reservas
dejando en mis manos
cada trozo de piel y alma,
cada trayecto al placer y al dolor,
cada esquina en el camino
por donde lo deseos te engrandecen
o simplemente se quedan a las puertas
que cierro en medio de la noche,
mientras tu los pones una y otra vez
en mis pies, a mis pies
y jugamos a ser y no ser
a llegar sin presencia
a presenciar momentos sublimes,
irrepetibles
únicos
inmensos
momentos donde te llevo y me voy,
donde tu piel se rompe
mientras se curan las heridas del alma

domingo, 27 de julio de 2014

La eterna paz de tu...



Puedes mirarte al espejo
y observar el mapa de tu cuerpo
donde mis caricias
han dejado huellas de pétalos
o simplemente espinas,
pero cada una de ellas ha nacido
para perpetuar mi amor,
puedes mirar al cielo de tus ojos
en tus pupilas encontrarás los míos
cuando desde mis entrañas
te lanzan fulgores de amor,
cuando desde mi cerebro
te muestran cada rincón del deseo.
Puedes mirar al fondo de tu alma
o mejor, escucharla,
ella te contará con emoción
cada temblor, cada convulsión
que se desata con el roce de tu piel
o la imagen de dicha en mi cara
al soñar con la eterna paz de tu cuerpo