sólo estaban
la luna,
el ladrido
de un perro,
tu recuerdo
y mis ojos.
La luna se
escondió detrás de una nube,
el perro
aulló triste y profundamente
y tú
recuerdo
se perdió
entre la humedad
del velo que
empañaba mi mirada
No, no hubo
tiempo de escribir un poema.
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