porque
temprano en la mañana
imperceptiblemente
miraste a mi ventana
no pude
verte, no me percaté de tu presencia
pero estuviste
allí. entre las rosas y las espinas,
entre el
placer y el dolor
y me
pregunto cómo será tu mirada
cuando
contemplas tanto consuelo y desconsuelo,
tanto amor
en medio de una contienda
que a veces
comienza en versos,
para seguir en besos,
para seguir en besos,
pasando por cueros y atadaduras
y culminando
en éxtasis o viceversa,
porque no
siempre crecen las flores que más
riegas,
algunas
necesitan ser podadas
y las
tijeras duelen y la uña del jardinero
quitando los
esquejes, también duele
pero ellas
lo necesitan y a mí me encantan las flores.
Por eso, hoy
no es un día cualquiera
hay una flor
que adorna la primavera de mis versos
y aún no
está podada
ni siquiera
bañada por los besos.
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