Te respiro,
en ese olor que emanas
el que me
dice cuando estás
o cuando
llegas.
Te beso, en
esos tus labios carnosos
los que me
cuentan cuánto me amas
sin
reservas.
Te bebo, en
esa tu piel
que arde en
su entrega y roza mis labios
cuando
gozas.
Te tengo, en
los latidos de mi sexo
cuando tu
lengua lo acaricia
cuando me
doy.
Te amo, al
respirarte, al beberte,
al tenerte
entre mis piernas
al volver de
la cima del cielo.
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