El poeta

Oí decir que ser poeta
es estar loco,
será porque el poeta
busca el aire,
el amor y las flores,
la verdad escondida.

Será porque el poeta
vuela libre
como paloma ardiente
y se posa en las cosas,
que por sencillas,
nadie mira.

Volver

Vuelvo a ti, una y mil veces vuelvo,
 te escondo en la caricia de palabras nuevas,
 en ojos que no se te parecen,
 en sonrisas dispersas, labios que no brillan,
 te disimulo en el aire de versos que son tuyos
 con nombres que se venden en el rastro,
 donde compro baratijas que duran dos poemas,
 para llegar a casa, hurgar entre los libros
 y encontrar esa foto que antes de romper
 dejé olvidada junto a unas rimas que llevan tu aroma,
 vuelvo una y mil veces por el camino que sabe a té con magdalenas
 y junto a Swann lo recorro buscando tu recuerdo,
 el encontró a Odette, yo hallaré al menos tu memoria
 o puede amor, que en un recodo del camino
 una luz me guíe hasta tus labios
 y entonces viajarás cómo tu sólo sabes,
 siguiendo mis caminos o abriéndome los tuyos
 y el aire se llenará con aroma de vainilla,
 que más da, dejémonos llevar
 o por lo menos brindemos, porque aunque lo dudes
 una y otra vez yo vuelvo

Gracias al final de un día aciago

Lágrimas, de dolor, de rabia, de impotencia,

lágrimas de labios adoloridos,
mientras dicen te duelo, perdón quise decir te quiero,
cardenales gritando a viva voz
palabras que guardas en el centro de tu dolor.
Y te vas envuelta en esa nube negra
y el silencio te cubre
y te busco en cada rincón,
en parques y jardines espinosos
y pronuncio tu nombre
atravesando con mis voz la callada noche,
el frío amanecer de la desesperanza
y te busco..,. y te busco…, y vuelven las lágrimas
y algo hiere el alma como un relámpago a destiempo
Y un suspiro de felicidad brota de mi alma
cuando pasas por mi lado ignorando mi presencia.

Noche de tormenta

He robado la noche de tus sueños

asaltando el muro de tu vecindad,

cual hiedra a quien han derribado su morada,

para sentir que de nuevo la vida le acompaña

en la noche en que la lluvia, 

amenaza con dejar esparcidas en

el frío suelo

cada una de sus ramas, cada una de sus hojas.

He adherido mis brazos a la pared

donde guardas tus mas puros sentimientos

y he soñado contigo un mañana de luz,

He vivido bajo la furia de la tormenta

lo que me niega un día en calma.

El amanecer de mis sueños

De qué quieres hablar,
qué decirte sin mencionar
que cuando escucho tu voz
siento mi cuerpo crecer
y se agiganta, avanza hacia el infinito,
hacia el estallido del amor en forma de suspiros,
qué decirte de mis noches
horas de insomnio dedicadas a tu boca,
a tus labios,
a tu sexo,
¿Cómo quieres que te hable de la nada?
De las horas vacías,
de las veces que mis manos te recorren,
de los días que te abrazo
hasta que el aire se escapa entre mis brazos
o despierto,
dime, ¿cómo puedo cerrar las puertas?
¿Cómo dejar escapar
el amanecer del mis sueños?

 

19 de noviembre de 2014

21:32

La primera vez

Quisiera hacer el amor contigo

una vez, la primera vez.
Quisiera a ti entregarme,
regalarte mi cuerpo,
que me fueras besando ¿empezar?
Por el cuello, por todos los rincones
donde habita el deseo.
Yo por mi parte amor
me enredaría en tu cuerpo,
te daría las caricias
que más fuete yo siento,
un beso en el cabello
¿el otro? ¿quién sabe?
Lo importante es el beso.
Quisiera hacer contigo el amor,
una vez, la primera vez.

La promesa

Dios me dijo que vendrías,
bien me advirtió tu llegada,
con corona de laureles
y claveles en el alma.

 Y  yo pregunto ¡Dios mío!

¿Por qué desatas mis ansias?
Si a pesar de la corona,
los laureles, su llegada,
no quiere tocar al fondo
de esta, mi alma enlutada,
perdiéndose entre las nubes,
de horas desperdiciadas,
renunciando a los placeres
del amor y sus bonanzas,
dejándome su corona
puesta allí, sobre mí llaga.

 Dios me dijo que vendrías,

Más no cuando te marchabas
y hoy de nuevo le pregunto:
¿Cuándo me traerás su alma?
Quiero me lo traigas todo
Y si no, no me des nada.

Barreras

Difícil hablar de ti

aunque sea un monólogo
con mi conciencia,
nos separan abismos
y no porque las piedras
nos lo impidan,
sólo ideas preconcebidas
y respetadas hasta el infinito.
Más no puedo deshacerme
                          [de tu imagen,
moldeada con el barro
de las estatuas de los dioses,
cubierta de delicadeza extrema,
                                [hecha de sol
aún cuando se encuentre en sombras
que me obliga  a pensar
por difícil que sea.

Vuelo a la libertad

Y tú tan sola,
en medio de la ciudad, perdida
y tú tan alta
que no puedo llegarte, hablarte,
tus alas tan blancas, tan fuertes,
entre la lluvia, tocando el cielo,
desafiando el plomo de la tarde.

Y tú tan libre,
yo no puedo igualarte,
despojar  mi cuerpo de impurezas,
seguir tu albedrío.

Yo no puedo ser ave,
en este mundo la libertad de tu vuelo
tiene un precio, tan alto,
como inmensa mi esclavitud
en un cuerpo.

Ave viajera

Ave viajera que dejó su nido.

Nave de velas. ¿La mar te llamó?
¿El viento del sur tal vez te atrapó?
¿O entre las olas quizás te has perdido?

 Sueños que buscan un nuevo sentido.

Vuelos que se alza a la inmensidad,
Nubes que te envuelven en la soledad
Y pueden cambiar de lugar tu nido.

 ¿Se trocó tu rumbo por rastrear un sueño?

¿Al batir las alas cambiaste de empeño?
¿O sólo te encuentras entre cielo y mar?

 Prefiero no vuelvas por fuerza a mi abrigo,

La fuerza es al ave o al barco enemigo.
Tú mejor decides cuando regresar.

Seis meses después

A mis queridos seguidores, después de seis meses publicando mis poemas quiero agradeceros su fidelidad a mis letras, soy consciente que todos nos guiamos por el amor a la poesía, por ello quiero dejaros un poema dedicado con toda mi admiración a los poetas de mi tierra.
En este unido al nombre de cada creador hay un verso, el nombre de un poema o cualquier alusión directa o indirecta a su obra.

Homenaje

Me gustan Feijóo y Juan Cristóbal,

Zenea que sembró en mi mente

la sufrida imagen de Fidelia,

Birne, que aún hoy llora junto a mí

por mi bandera, la suya, la nuestra

que se mete en el alma como el son

                                 [entero de Guillén

o los frustrados amores de Buesa,

también me gusta Carilda, de ella

                               [bajo mi almohada,

duermen unos versos

que en la noche me desordenan el sueño.

Me gustan Pablo y Silvio,

Raúl y Pedro Luís Ferrer, Mirtha Aguirre

porque a veces me acostumbro,

los versos de la Tula o de Mendive,

                                               [nuestro Martí,

Me gusta todo y todos,

cantores y cantos, palmas, ríos,

sinsontes entre lomas,

golondrinas que emigran,

amores y desamores.

Me gusta la poesía.

Te necesito

Te necesito amor, te necesito,

cuando al llegar el frío

de la noche

el viento me llama en los cristales

y respiro este aire viciado

que huele a beso escondido

en oscuros recuerdos,

a sombras que invaden el espacio,

a escarcha en cada trozo de la cama

y te busco en las cosas que no toco,

en sueños que no duermo

para abrir los ojos y sentir

una vez más cuanto te necesito.

Asalto al corazón

No, no quiero pensar en ella,

no dar motivos al corazón

para que unos extraños

busquen y rebusquen

queriendo encontrar heridas,

arterías con caminos truncados,

arritmias y otros males,

para justificar

que al verla pasar por mi memoria

muera el aire en mis labios

y al recordar sus ojos

una daga lo hiera en lo profundo

y el corazón se duela hasta en el nombre,

no quiero pensar en ella

porque arterias y cavidades

quedarán inundadas

en el torrente de mi sangre en avalancha

y el corazón se ahoga, se detiene

o arranca al trote hasta sus recuerdos

y el barro del dolor le cierra puertas,

obstruye, ahoga, duele, paraliza

y los de fuera abrirán la verja

entrarán a marcar sus pulsaciones.

Pero no, es mía, sólo mía

por favor corazón, no pienses…

así se detendrán,

así podrás guardarla en una de tus celdas

hasta que tu memoria la perdone.

Imán

Eres ayer y mañana

euforia y melancolía,

pereza cuando hay más ganas

felicidad y agonía.

Ayer te pensaba hielo,

después te soñé volcán

así me atrapo el desvelo

pues para mi eres imán.

Imán que ahora es ayer

mañana verde retoño

fuente para renacer

cuando termine el otoño.

Atada a mi.

 

Quiero atar una estrella a tus ojos

la sonrisa en tus labios

y un infinito azul en cada despertar,

regalarte los astros que me pidas,

llenar tus horas de poemas

tejidos con los hilos de la felicidad.

quiero bañar tu belleza

en óleo dorado y perdurable

para eternizar tu imagen en mis pupilas,

cubrir tu corazón de  un encaje de versos

que me enrede en tus pensamientos,

quiero hacer de tu cuerpo

una efigie que permanezca eternamente

en el lugar reservado

a mis posesiones más valiosas.

Entre el fuego y el hielo

La casa está iluminada

por velas como en las fiestas,

luces y sombras que bailan

con gracia se balancean.

Tú estrenas el collar  nuevo

a mi lado te paseas

vas guiada por mis manos

las que la cadena llevan

y nos paramos a veces

para bañarte con cera,

caricia para tus carnes

que al recibirla se tensan

mientras de tus labios brotan

quejidos que el aire llenan

para decir sin palabras

lo que tus húmedas piernas

ya no pueden ocultarme,

lo que tu sexo me muestra.

Luego te tumbo en la alfombra

y con la bata de seda

mojada en champán muy frío

voy retirando la cera.

Mis labios besan tu carne

mis manos tu piel pasean

te abrazo sobre mi pecho

y alabo tu fortaleza

mientras ahora acaricio

tu sexo ya sin reservas.

Impacto

Llegó vestida de poesía

eclipsando la tarde,

luz de versos que irrumpe

en la serenidad de mi corazón

para despertar latidos

sosegados

frenéticos

armónicos

disonantes

palpitaciones de resurrección, 

de vida enmascarada,

voces  para despertar la piel

que invitan al alma a subir al carro

y librar nuevas contiendas.