y
tampoco eres Gabriela,
más
cuando te veo desnuda
hay en
tu piel el color
tentador
de la canela,
ese que
invita a mis labios
a
beberte toda entera,
el que
hace arder mis sentidos
el que
la razón me altera.
Es tú
color, es tu aroma
que no
es a clavo, lo sé,
que
tampoco eres Gabriela
mas se
adhiere a mis entrañas
cual
frondosa enredadera
y es a
ti a quien siempre veo
en el
aire y en las nubes,
en la
luz de la mañana,
en el
ruido, en el silencio,
eres
como una montaña
de
deseos y pensamientos,
ya lo sé,
no eres Gabriela
mas
como a ella te veo.
Eres
única mujer,
única
en el sentimiento
en tus
besos y palabras,
en la
expresión de tu cuerpo,
naciste
para ser musa,
en las
ideas, en el sexo,
para
despertar pasiones
que se
las quede el recuerdo
entre páginas
de un libro
o en
estos sencillos versos.